martes, 14 de abril de 2015

Con dolor y la saliva que lo diluye
y las horas que atraviesas ante ti
la alegría y aquel que la distribuye
en la  recta que ayer te alejó de mi

No es amor, es un acto consecuente
es querer en forma pronominal
No es vendimia ni las ganas de tenerte
es el gesto amable de la eternidad.

Hubo más tiempo de amor que el que nos queda
y lleva más horas de luz que las que hay
Esperar es revelarse ante la muerte
que hace amagos para que tengas lugar

Y hoy la lluvia me barría la terraza
Para que el sol la volviera a secar.
Viva el tiempo de silencio en la mirada
ejerciendo voz en grito el verbo amar.

***

Ser hipocondríaco es cancerígeno

Son infinidad de síntomas. puntos de dolor y reacciones corporales que, durante los últimos años, describen en mi un clarísimo caso de hipocondría. No hay duda, no es que me esté obsesionando con ello, no es necesario que venga nadie a consolarme ni que reventeis esta entrada de mensajes de ánimo y consuelo... lo se, está claro: Sufro infartos y cánceres varios al mes, tengo infecciones y tumores que vienen y van con una frecuencia espasmódica y, por supuesto, desarollo con cierta ligereza cuadros psicóticos que me imposibilizan dormir, memorizar números, reaccionar con calma y/o visualizar la realidad con percepción medianamente cristalina. O soy un loco infartado que está desarrollando un par de cánceres simultaneos que, para más inri, rotan sin pudor alguno o, directamente, soy un puto hipocondríaco.

Lo peor no es eso. Lo peor es que es verdad. Es que no hay duda, no hay margen de error en mis autodiagnósticos. Si te duele aquí, aquí y aquí y tienes esto del color tal y nosecual, lo pones en google y dicho afamado doctor/buscador te sorprende con un Quiso decir: Cáncer. Lo dicho, no hay duda: soy hipocondríaco.

Se sabe que es hipocondría porque una vez que delimitas tu nueva enfermedad con un sin fin de síntomas y causas la reacción no es llamar al cura o ir a urgencias... la reacción es preocuparte y ponerte triste... Bueno, y contarlo... lo que estoy haciendo yo ahora con mi flamante cancer de boca que lleva una semana haciendo las delicias de sudores, insomnios y certezas absolutas de muerte. Que podia ir al médico eh?, es más... podía ir incluso a urgencias... pero no, escribo una entrada de blog. Y está claro, no hay duda... es el 9º cáncer que me provoca la hipocondría. Cualquier dia termina por matarme.

Salud!