viernes, 12 de junio de 2015

Y a ella

"Tú no me quieres y yo no te quiero a ti" me dijo como golpeando fuertemente la almohada en la que luego apoyaría comodísimamente la cabeza. Como avisando, como prefiriendo que fuera así. Como soltando lastre. Como tirando, pase lo que pase, hacia adelante.

"Tú no me quieres y yo no te quiero a ti" me dijo subiendo un justo empate en el marcador. Me dijo sin saber cuál de las dos mitades era la verdad y cuál era el consuelo. Como evitando pillarse los dedos. Me lo dijo desnuda y sudorosa. Me lo dijo y me besó. Como despejando la x.

"Tú no me quieres y yo no te quiero a ti" me dijo llena de miedo. Como sabiendo que es algo que pudiera ser que pudiera dejar de suceder. Como entonando el himno en el que sentir consiste en cavar un hoyo que se llena de debilidad, sufrimiento e inseguridad suicida. No te quiero porque no siento, soy fuerte y yo sólo he venido aquí a sudar y dignificarme.

"Tú no me quieres y yo no te quiero a ti" me dijo como protegiéndonos de los peligros. Como cuidando con mimo a un recién nacido frágil y enfermo. Como preocupada de que algo nos acribillara. Casi, casi como pidiéndomelo. 

Por favor, no me quieras y a cambio prometo no quererte. Y se abrazó fuerte a mi. Y a ella.

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